domingo, 7 de junio de 2015

John Lennon - Imagine


Llegaron las golondrinas

Estoy fascinado con la visita de un par de golondrinas que han hecho su nido en un rincón de mi casa.
Me cuenta un especialista en aves, un ornitólogo, creo:Foto de Manuelaugusto Vaught Alcocer.
La golondrina común es un ave de campo abierto que normalmente utiliza estructuras construidas por el hombre para reproducirse y que, en consecuencia, se ha diseminado con la expansión humana. Construye nidos en forma de taza,con bolitas de barro en graneros y construcciones similares y se alimenta de insectos que atrapa en vuelo.

 También he aprendido que su alimentación insectívora contribuye a la tolerancia de los humanos hacia esta especie; en el pasado esta aceptación se vio reforzada por supersticiones respecto del ave y su nido. Ha habido frecuentes referencias culturales a la golondrina común en escritos literarios tanto debido a su proximidad con el hombre como por su migración anual.
Foto de Manuelaugusto Vaught Alcocer.
 El caso es que se han nstalado en una viga y todos los días me asomo lleno de curiosidad,
Las hembras depositan de dos a siete huevos ―por lo general, cuatro o cinco―, blancos con manchas rojizas. Los huevos miden 20 por 14 milímetros y pesan 1,9 gramos, de los que el 5 % corresponden al cascarón. En Europa, la hembra se encarga de casi toda la incubación, pero en América del norte el macho puede incubar hasta el 25 % del tiempo. El periodo de incubación es normalmente de entre 14 y 19 días, a los que se suman otros 18 a 23 días antes de que los polluelos altriciales abandonen el nido. Los pequeños ya voladores permanecen junto a sus padres y son alimentados por ellos durante alrededor de una semana más. Para la segunda semana después de haber dejado el nido, los polluelos ya se han dispersado y a menudo viajan a otras colonias de golondrinas. Ambos padres alimentan y protegen a los pequeños y remueven los sacos fecales del nido, si bien las hembras proporcionan un mayor cuidado parental. Los padres pueden alimentar a los polluelos en el nido hasta 400 veces por días. Las golondrinas comunes alimentan a sus pequeños con insectos comprimidos en una bolita, que es transportada al nido en la garganta del adulto. En ocasiones, los polluelos de la primera nidada ayudan en la alimentación de los de la segunda.En el Viejo Mundo, las golondrinas comunes parecen haber hecho uso de los puentes y otras estructuras construidas por el hombre desde tiempos inmemoriales.50 Puede encontrarse una referencia temprana a esta ave en las Geórgicas de Virgilio (29 a. C.): […] garrula quam tignis nidum suspendat hirundo. (“[…] la golondrina gorjeadora cuelga su nido de las vigas.”).51 Se cree que las golondrinas comunes comenzaron a adosar sus nidos a las construcciones de los nativos americanos a comienzos del siglo XIX. Es probable que la consiguiente expansión del hombre en América del norte resultara en una dramática diseminación de la especie a lo largo del continente.Foto de Manuelaugusto Vaught Alcocer.
Existen muchas referencias a la migración al norte de las golondrinas comunes como “ícono de la primavera y epítome del verano” en el hemisferio septentrional.

Gustavo Adolfo Bécquer

(1836-1870) Volverán las oscuras golondrinas Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar, y, otra vez, con el ala a sus cristales jugando llamarán; pero aquéllas que el vuelo refrenaban 5 tu hermosura y mi dicha al contemplar, aquéllas que aprendieron nuestros nombres... ésas... ¡no volverán! Volverán las tupidas madreselvas de tu jardín las tapias a escalar, 10 y otra vez a la tarde, aun más hermosas, sus flores se abrirán; pero aquéllas, cuajadas de rocío, cuyas gotas mirábamos temblar y caer, como lágrimas del día... 15 ésas... ¡no volverán! Volverán del amor en tus oídos las palabras ardientes a sonar; tu corazón, de su profundo sueño tal vez despertará; 20 pero mudo y absorto y de rodillas, como se adora a Dios ante su altar, como yo te he querido..., desengáñate: ¡así no te querrán!
 La golondrina común simboliza la llegada de la primavera y el amor en Pervigilium Veneris, un poema latino tardío.
En La tierra baldía, T. S. Eliot citó la línea Quando fiam uti chelidon [ut tacere desinam]? (“¿Cuándo seré como una golondrina, así podré dejar de estar en silencio?”). Esto refiere a una versión del mito de Filomela en la que ella se convierte en un ruiseñor y su hermana Procne en una golondrina; en versiones menos comunes, las especies aparecen invertidas. De manera inversa, la imagen de una bandada de golondrinas volando en su migración al sur concluye la oda “Al Otoño” de John Keats:
¿Dónde están las canciones de primavera? ¡Ah! ¿Dónde?
Foto de Manuelaugusto Vaught Alcocer.
Ni pienses más en ellas, pues ya tienes tu música,
cuando estriadas nubes florecen el suave
morir del día y tiñen de rosa los rastrojos;
entonces el doliente coro de los mosquitos
entre sauces del río se lamenta, elevándose
o bajando, según el soplar de la brisa;
y balan los crecidos corderos en los montes;
canta el grillo en el seto; y ya, con trino blando,
en el jardín cercado, el petirrojo silba
y únense golondrinas, gorjeando, en el cielo.
Foto de Manuelaugusto Vaught Alcocer.
Las golondrinas son mencionadas en varias obras de William Shakespeare por su ligereza en vuelo; por ejemplo True hope is swift, and flies with swallow's wings […] (“La verdadera esperanza es veloz y vuela con alas de golondrina […]”) del quinto acto de Ricardo III. Shakespeare también se refiere a la migración anual de la golondrina en The Winter's Tale, cuarto acto: Daffodils, That come before the swallow dares, and take The winds of March with beauty […] (“Los narcisos, Que llegan antes de que las golondrinas se atrevan y toman Los vientos de marzo con belleza […]”).
Oscar Wilde tiene como coprotagonista a una golondrina en el que es su cuento más famoso, hermoso y triste: El príncipe feliz
Gilbert White estudió a la golondrina común en detalle en su obra The Natural History of Selborne, pero incluso este atento observador no estaba seguro de si las golondrinas migraban o hibernaban en invierno.Las golondrinas comunes consumen enormes cantidades de insectos y son importantes en el control de sus poblaciones. En el pasado, la tolerancia a este insectívoro beneficioso se vio reforzada por supersticiones en torno al daño a sus nidos. Se creía que dicho acto podría llevar a que las vacas produjeran leche con sangre o dejaran de producirla en absoluto o a que las gallinas dejaran de poner huevos. Por otro lado, en Nigeria, son cazadas a cientos de miles por año, lo que hace del hombre el principal depredador de esta especie por un amplio margen.La golondrina común es el ave nacional de Estonia.